Cafeterías emblemáticas de Barcelona: donde el café cuenta historias

Barcelona está llena de cafeterías nuevas y modernas, pero algunas llevan décadas, e incluso más de un siglo, formando parte de la vida de la ciudad. Son lugares donde se han escrito libros, rodado películas, compartido tertulias y, hoy en día, se sigue sirviendo café con la misma calma de siempre. Visitar estas cafeterías es viajar a la Barcelona de ayer sin dejar de vivir la de hoy. 

 

Café de l’Opera 

Mirando a La Rambla desde 1929. Es de esos sitios donde parece que el tiempo se queda quieto: espejos antiguos, lámparas cálidas y ambiente de tertulias eternas.
Perfecto para tomar algo mientras se observa el movimiento constante de la avenida más icónica de Barcelona. 

 

Granja Viader 

Una joya familiar con más de cien años de historia. Famosa por su chocolate caliente y sus melindros, pero también por ser el lugar donde se inventó el mítico Cacaolat.
Aquí todo sabe a tradición: madera, vitrinas antiguas y un ambiente absolutamente barcelonés. 

La Pallaresa: Granja al carrer Petritxol 

En la estrecha calle Petritxol, en pleno Gòtic, se encuentra esta cafetería que huele a chocolate desde la puerta. Decoración sencilla, azulejos clásicos y mesas que han visto pasar generaciones. 

 

El Corte Inglés – Cafetería de la última planta (Plaça Catalunya) 

No es antigua como las demás, pero se ha ganado su clásico por una razón: las vistas. Desde sus ventanales se ve toda la plaza, el Eixample, la Sagrada Família al fondo y hasta el litoral. Puedes coger el Aerobús para llegar hasta la cafetería, y disfrutar de las vistas a la ciudad. 
 

Tomar un café en Barcelona es mucho más que una pausa: es sentarse en lugares donde han pasado generaciones, donde la ciudad se ha reunido para hablar, crear y compartir. Cafeterías que siguen siendo parte de la vida cultural y cotidiana… y que hoy continúan disfrutándose como siempre. 

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