Catedral de Barcelona: un templo que brilla con luz propia

A pesar de estar ensombrecida en cierto modo por la famosa Sagrada Familia, la Catedral de Barcelona, también llamada la Seu o Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia, es una muestra del esplendor de la arquitectura gótica catalana. 

A menos de 10 min desde la parada de Aerobús en Pl. Catalunya, se levanta este templo que remonta sus orígenes a una antigua iglesia en un primer momento y a un catedral románica posteriormente. No es hasta el S.XIII cuando se inicia la construcción del templo definitivo, obra que se alarga hasta el s.XV, teniendo que esperar hasta principios del s. XX para ver la obra completamente finalizada. 

Si te decides a visitar este templo, son varias las zonas que no debes dejar de admirar: 

  • Cripta de Santa Eulalia. 
  • Claustro: en el interior se encuentra un gran claustro con un antiguo jardín central (s.XV) en el que habitan las famosas ocas de la Catedral.  
  • Coro: el coro es uno de los espacios más importantes ya que se compone de una valiosa  sillería, la sillería del Toisón de Oro, que destaca como uno de los conjuntos escultóricos más importantes del estilo gótico en Cataluña.  
  • Terrazas: el templo cuenta con un ascensor para acceder a las terrazas de la parte superior desde las que se pueden ver sus torres y una vista panorámica de la cuidad. 
  • Sala Capitular: antiguo comedor de personas con pocos recursos, hoy reconvertida en museo que alberga diversas obras  
  • Capilla del Santo Cristo de Lepanto.  

 

Si vas a viajar a Barcelona en avión y te apetece visitar esta antigua edificación, puedes desplazarte cómodamente con Aerobús desde el Aeropuerto del Prat al centro de Barcelona de forma directa y disfrutar de todo lo que la Ciudad Condal tiene para ti.