El glamuroso Paseo de Gràcia

El Paseo de Gràcia se sitúa en pleno corazón de la ciudad de Barcelona. Empieza en Plaza Cataluña, donde se encuentra la parada inicial de Aerobús y termina donde empieza el barrio de Gracia.

Antiguamente era la carretera que unía el centro de Barcelona con la localidad de Gràcia y se conocía como la calle de Jesús. Con el plan de urbanización y la intención de expandir la ciudad, en el año 1820, se convirtió en una avenida y pasó a llamarse Paseo de Gràcia. Plantaron árboles y en el 1906 el arquitecto Pere Falqués i Urpí construyo las famosas farolas y bancos que actualmente las puedes encontrar.

A partir de entonces, el Paseo de Gràcia aumentó su popularidad y empezó a ser una zona donde todo el mundo soñaba con tener su casa. También, se contrataron arquitectos modernistas para construir casas familiares únicas y de moda.

Después, con el tiempo, llegaron las tiendas de diseñadores muy conocidos mundialmente y que acabaron de crear la calle más icónica y cara de Barcelona.

 

En Paseo de Gràcia puedes encontrar varios edificios famosos donde se encuentran obras de arquitectos tales como Lluís Domènech i Montaner, Antoni Gaudí, Josep Puig i Cadafalch y Enric Sagnier. Obras con diseños que siguen siendo rompedores en la actualidad.

 

  • Casa Batlló

Construida entre 1904 y 1906 bajo el encargo de Josep Batlló, la Casa Batlló es la obra maestra de Antoni Gaudí, una pieza clave de la arquitectura modernista de Barcelona que más que un edificio se ha convertido en un mito del arte. También conocida como Casa dels ossos (Casa de los huesos) El techo era el hogar de un dragón, el artista usó tejas como escamas y balcones para imitar el esqueleto de su presa. En los últimos años, para Sant Jordi (23 de abril), decoran los balcones con rosas rojas, es una gran atracción tanto para turistas como para locales ya que realmente decoran el edificio precioso.

 

  • Casa Amatller

Entre 1898 y 1900, la casa fue construida por encargo del chocolatero Antoni Amatller en el momento en que se acababa de abrir L’Eixample, cuando las familias burguesas de toda la ciudad decidieron adoptar el paseo de Gràcia como su asentamiento particular. Es menos extravagante que la Casa Batlló pero tiene un diseño cautivador.

Si te gusta el dulce, tienes que hacer una parada obligada en el Faborit Café que encontrarás escondido dentro de la Casa Amatller. ¡El chocolate a la taza que sirven allí es simplemente increíble!

 

  • Casa Lleó Morera

Fue construida entre 1902 y 1906 por el arquitecto catalán Lluís Domènech i Montane, autor también conocido por sus otras grandes obras en Barcelona, como el Hospital de Sant Pau o el Palau de la Música Catalana. Se encuentra en la misma manzana que Casa Amatller y Batlló y fue el único de la manzana en ganar el Concurso anual de edificios artísticos del Ayuntamiento de Barcelona, ​​obtenido en 1906, elegido por su visión de la arquitectura tradicional, pero con una interpretación artística.

 

  • Casa Milà (La Pedrera)

Fue construida entre 1905 y 1910 por Antoni Gaudí. También se conoce como La Pedrera ya que es un edificio de piedra con un diseño modernista que causó controversia cuando se terminó. De hecho, se trata de un mote creado por algunos barceloneses que se burlaban del aspecto extravagante y tétrico de su fachada principal.  Otro elemento que destacar de la Pedrera es el terrado, en el cual las treinta chimeneas representan figuras de guerreros petrificados que forman un jardín de esculturas al aire libre.

 

Además de la arquitectura increíble que hay, también puedes encontrar toda una oferta de tiendas de marcas internacionales, hoteles de lujo y buenos restaurantes.

Un dato curioso es que en este paseo es donde se puso la primera multa de la ciudad. No es de extrañar ya que era y sigo siendo una calle con mucha afluencia de vehículos.

El característico estilo modernista impregna casi todos los elementos decorativos que encontramos en Passeig de Gracia, desde las icónicas baldosas del suelo en forma de flor, llamadas “Panot de la Flor”

 

Con Aerobús podrás llegar desde el aeropuerto de Barcelona a Plaza Cataluña con tan solo 35 minutos, darte un paseo por esta fabulosa avenida y disfrutar de arte, comida y lujo.